Jamás pensé que ibas a hacerme esto. Yo que siempre estuve aquí para ti. Siempre lista para acompañarte en tu rutina mañanera, y después en las tardes cuando regresabas del trabajo. Mas ahora, como ha pasado el tiempo y he perdido un poco la belleza de cuando compartimos el primer café, me has cambiado por otra; así nada más.
Todavía huelo a ti, de tantas las veces que compartimos. Pero que me resta sino aceptar las cosas como son. Tengo que entender que todo en esta vida tiene un tiempo; que nada dura para siempre…
¿¡Es que acaso tú no tienes sentimientos!? ¿¡Piensas que va a ser fácil olvidarme de los momentos junto a ti!?
A esa otra, por lo menos déjale saber que sueles cambiar de cada cierto tiempo. Que te dan antojos de cambiar por temporadas o en días de fiesta. Espero que ella te sirva como yo lo hice.
Atte. La que solía ser tu taza de café favorita