Oye papá, mira bien donde pisas;
porque hay etapas en que tus hijos tal vez no presten mucha atención a tus palabras, pero ten por cierto que van a procurar seguir tus pisadas.
Procura tú pisar firme,
y que tus acciones vayan en acorde con tus palabras; pues si no eres del todo escuchado, al menos vas a ser observado.
La influencia que causes en tus hijos afectará (ya sea de manera positiva o negativa) en su relación con su futuro cónyuge, sus futuros hijos; en fin, afectará a la siguiente generación.
Que lo que ellos vean en ti sea un comportamiento digno de ser imitado; actitudes, valores y principios que reflejan a un carácter que continúa tomando forma, y que es tan necesario para sobrellevar las dificultades que sobrevienen a diario.
Haz conmigo la oración del rey David en el Salmo 25:4 “Señor, muéstrame tus caminos, enséñame tus sendas”.
Recordando, que no es simplemente para que tu andes bien,
sino para que aquellas pequeñas pisadas que intentan seguir tus huellas marcadas en el camino, no tengan tropiezos innecesarios.