Un golpe tras otro, cada golpe siendo un golpe letal. Cada golpe dirigido como a un oponente. Desde la vista de cualquier otro, parecía no tener contrincante. El piso de madera se retorcía como marcando cada impacto. Los vecinos aterrados: “¿Estará golpeando a la mujer? ¿a los hijos?”.
Irrumpen en la casa los oficiales de la policía, armados; no tienen idea con que cosa se van a enfrentar.
No hay registros de violencia doméstica. El hogar es de una familia muy querida por sus vecinos; era la primera queja del pueblo en contra de esa familia.
En primera plana fue publicado el informe policíaco:
El miércoles 21 de noviembre del 2018, recibimos más de diez llamadas entre las 5 y 6 de la tarde. Los vecinos del residencial “La paz” en el pueblo de “Nunca Jamás” alegaron escuchar ruidos de golpes muy fuertes en la parcela 123. Informaron que posiblemente se trataba de un asunto de violencia doméstica.
Salimos unos quince agentes uniformados y armados, con el permiso para irrumpir en la casa. Al entrar, nos topamos con un hombre con apariencia violenta; le ordenamos soltar el arma blanca (hacha de cocina) ensangrentada que tenía en su mano derecha. Cuando llegamos al lugar exacto en que se estaba llevando a cabo el acto, nos encontramos con cinco pavos descuartizados, sazonados y listos para ser horneados. Eran los preparativos para la celebración del día de «Acción de gracias».
Con anticipación les quiero desear un:
¡FELIZ DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS PARA TODOS MIS HERMOSOS LECTORES!
El arte de las palabras 
Muy buen relato!!…. estaba enganchada con el texto y de pronto cambio todo para bien.
Bendiciones Jonathan.
Gracias Any, saludotes.
Tremendo relato! Súper intrigante, me fascina como escribes, tienes el arte de plasmar con cada palabra una manera diferente de ver las cosas! Mi hermano, Gloria a Dios por ese talento!!!
Gracias hermanito 😉