Aunque busca de manera desesperada el aplauso y la aprobación de su práctica ante la mirada de los demás, nada de eso logra remover (tan solo apaciguar durante breves lapsos de tiempo) la profunda culpa que en su soledad y aun durante sus sueños le fastidia el pensamiento.
La buena ley en el corazón
Publicado por Jonathan Vizcarrondo
Me dedico a divagar entre relatos y poesías. De vez en cuando persigo a uno que otro conejito. -Me automedico: escribo-. Ver todas las entradas de Jonathan Vizcarrondo
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