-Los asuntos de los relatos se dan mientras escribo-
Hoy es 24 de agosto, son las 7:00 am (hoy no trabajo afuera), y sigo con la escritura a mi diario.
Llevo varias semanas siguiéndole el hilo a tres relatos (que voy escribiendo) a la misma vez. Son de esos relatos que sabes de repente que tienen un desarrollo un poco más largo, que no son simplemente un microrrelato. Muy por dentro hay un parecido entre ellos, aunque tratan temas diferentes. Los temas se me dan mientras escribo. Cuando escribo partiendo con un tema fijado en mente es por requisito de algún concurso literario.
El primer relato es acerca de un hombre que lucha con la tensión de un divorcio que no quiere que se lleve a cabo (porque ni siquiera puede identificar en qué momento comenzó todo a desvanecerse). Reflexiona en las primeras etapas de una relación amorosa y en lo que ocurre después de la etapa del enamoramiento. [El pasillo de hotel]
El segundo es acerca de un hombre que vive buscando el día perfecto en que pueda sacar a la luz su manuscrito perfecto (puede que de una novela o de varios relatos), pero como siempre, y como es normal, pasan cosas (y nosotros al igual que él no podemos pretender perfección, más bien dar lo que tenemos, y al hacerlo nos desarrollamos y mejoramos en comparación con nosotros mismos).
El tercero es de un hombre que es eternamente perseguido por no sabe quién ni por qué. Un extraño grupo de personas le solicitan ser parte del grupo positivo de la población (aquellos que dicen que sí al ofrecimiento que les hacen), pero él se niega y lo inscriben en el grupo negativo.
Puedes tomar estas ideas y escribir tus propios relatos. Se pueden escribir cientos de relatos aunque traten del mismo asunto. Ya mismo estaré publicando los míos; te invito a que si escribes alguno por haber leído esta entrada lo compartas conmigo.
Hasta la próxima…
El arte de las palabras 