Para qué buscar entender esto, querida mía;
blanca lucesita de mi alma.
Suspiro que se me escapa
después de una larga jornada.
Cielito de un azul inesperado.
Te rodeo con mis brazos si hace frío,
tú te recuestas de mi hombro.
Caminamos de la mano,
y el mundo se hace tan pequeño.
Las hojas caen más despacio,
el desierto se hace una vereda
que ilumina un vivo jardín.
Y para qué buscarle sentido a todo esto.
Tú estás aquí y yo contigo;
eso es lo que importa.
Si alguien le quiere poner alguna etiqueta
y llamarle amor (o como quieran llamarle),
pues que así sea;
a mí me da lo mismo.