Quiéreme queriendo, o quiéreme sin querer;
pero quiéreme.
La gente suele decir que “querer es poder”;
empieza por quererme.
Pero no como yo te he querido a ti,
quiéreme un poco más de eso.
Para gustar tu cariño querida,
para sentirlo de veras.
Quiéreme con ternura o con dureza,
pero quiéreme.
Ni siquiera te pido que me ames,
sino que me quieras.
Aunque si me quieres, si me das tu cariño;
sentiré que me estas amando.
Usa tus manos, acaríciame.
Usa tus ojos, atiéndeme.
Usa tus labios, bésame.
Usa tus palabras…
Usa lo que tengas que usar,
pero quiéreme.